Rodeada de vegetación, tesoro escondido del distrito de Shapaja, a una distancia muy corta de Tarapoto. Enmarcada en un manto verde, el agua cae sobre una pendiente de 20 metros, de piedras rojizas, abriéndose en abanico que cae sobre un refrescante pozo de aguas cristalinas con tono verdoso. La roca donde impacta la caída tiene una parte a la que se puede subir y colocarse justo debajo para sentir toda la fuerza de la corriente.
El sendero, se encuentra rodeado de exóticas especies de flora y fauna silvestre. La piscina natural, que se encuentra en la base de la cascada, es un remanso de paz, donde, al acercarte a la caída, podrás disfrutar de la vista, sin dejar de lado las fotografías que te llevarás como recuerdo.